Los cítricos presentan características mesofíticas, ya que crecen bien en un amplio rango condiciones edáficas y climáticas. El potencial de los cítricos para producir frutos es determinado genéticamente por la copa (parte superior de la planta), y por el genotipo del portainjerto, que provee la raíz a la planta injertada, también le confiere a la planta características para superar la juvenilidad de las plantas, modula el vigor del árbol, incrementa la eficiencia en el consumo de nutrimentos y mejora la calidad del fruto, e induce tolerancia/resistencia de los árboles a condiciones de estrés biótico y abiótico. En general, los suelos poco profundos, así como los suelos arcillosos con mal drenaje y alta compactación, impiden el crecimiento de las raíces y limitan el crecimiento y vigor de los árboles. Los suelos arenosos con baja capacidad de retención de agua así como los suelos muy ácidos (pH bajo) o alcalinos (pH alto) también impactan negativamente el vigor del árbol y rendimiento de frutos. Sin embargo, siempre que se proporcione riego y suministro de nutrientes adecuados, los cítricos demuestran una gran adaptabilidad a diferentes entornos y mantienen una alta productividad. Los programas de riego adecuados son particularmente importantes para suelos con baja capacidad de retención de agua. El pH determina el grado de adsorción de iones hidrógeno por las partículas del suelo e indica si un suelo es ácido o alcalino, e influye en la solubilidad, movilidad y disponibilidad de nutrientes inorgánicos presentes en el suelo (también incluye contaminantes como metales pesados y otros contaminantes) Cuando las condiciones de pH son extremas, al punto que limitan la absorción de macro y microelementos, se deben corregir mediante la aplicación de enmiendas químicas. Los detalles de manejo del pH requieren análisis de suelo y criterios cuantitativos para optimizar la magnitud de la enmienda y además considerar otras variables como la movilidad de las enmiendas y su efectividad en la zona de desarrollo radicular del cultivo. Actualmente, se encuentra en fase de planificación, la elaboración de ensayos de campo que evaluarán la idoneidad de diversos portainjertos, con variedades tradicionales de naranja. Se espera que estos ensayos arrojen datos de utilidad que permitan planificar y optimizar su uso en base a los resultados de adaptación a diversas condiciones edáficas y pisos altitudinales.
Condiciones edafoclimáticas para el cultivo: Altitud, clima, temperatura.
Los cítricos pueden crecer alrededor del mundo desde el ecuador hasta latitudes cerca de los 40° de latitud norte y sur. En esta amplia franja de distinguen dos zonas: a) la zona tropical, ubicada entre los 0° y 23,5° de latitud Norte y sur, y la zona subtropical, entre los 23,5° y 40° de latitud norte y sur. La zona tropical se caracteriza por presentar temperaturas uniformes durante todo el año, con poca oscilación térmica entre el día y la noche, especialmente en regiones de baja altitud sobre el nivel del mar, con temperaturas promedio entre 20 y 30°C. En estas condiciones, las naranjas y mandarinas producen frutos que se desarrollan y maduran más rápido, pero con menor calidad organoléptica que en la franja subtropical, porque la tasa de respiración es mayor, disminuyendo la fotosíntesis neta y en consecuencia, la concentración de azúcares. También afecta la calidad externa de la fruta al disminuir la conversión del color, un proceso natural que es controlado genéticamente, pero que es influenciado por las condiciones ambientales. En la zona tropical, se producen cítricos con buena calidad de fruta en regiones con altas temperaturas durante el día, y bajas temperaturas durante la noche. En el trópico también existen regiones con temperaturas promedio inferiores a 12,5 °C, que son limitantes para el crecimiento vegetativo del árbol. En Venezuela, se reúnen condiciones para la producción de naranjas y mandarinas de buena calidad de fruta, en los Valles Altos de los estados Carabobo y Yaracuy. En el estado Miranda, en Araira y su zona de influencia, dedicada exclusivamente al cultivo de mandarinas. Al Oriente del país en la zona de Caripe, estado Monagas; y al occidente del país en la zona de Curimagua, edo. Falcón, se producen variedades de naranjas dulces seleccionadas localmente y denominadas “criollas”. Todas estas zonas se ubican en altitudes similares, entre los 300 y 1200 msnm, con la mayor parte comprendidas entre los 600 y 900 msnm. También se producen naranjas y/o mandarinas en Táchira, Trujillo, Mérida, y Sucre. La fruta de mejor calidad se cosecha en la época comprendida entre noviembre y febrero cuando las temperaturas nocturnas son menores (invierno en el hemisferio norte), debido a una menor tasa de respiración nocturna. Todo esto por supuesto, en el entendido que las variables de manejo agronómico (riego y fertilización balanceada con nitrógeno, fósforo y potasio) satisfacen los requerimientos del cultivo. Por lo general, la realización oportuna de estas prácticas mejora la calidad del fruto antes de la cosecha y también en postcosecha. Por otra parte, los cítricos ácidos como las limas, los limones y los grapefruits, se pueden producir en la mayor parte del país, y se adaptan bien cuando se cultivan en zonas bajas, incluso por debajo de los 400 msnm. En algunas de estas zonas, también se producen en menor proporción, naranjas y mandarinas, aunque la calidad del fruto es inferior a la producida en las zonas elevadas de montañas. Como hemos visto, se conoce de manera relativa algunos factores ambientales que regulan el desarrollo de la planta y del fruto. En las regiones subtropicales, el principal factor que promueve los cambios fisiológicos en los cítricos, está asociado a los cambios de temperatura a lo largo de las estaciones del año. En los trópicos, el principal factor que condiciona estos cambios, es el régimen hídrico. En las condiciones de Venezuela donde se cultivan cítricos, tenemos que producir más información sobre las variables ecofisiológicas que inciden en la fenología y el desarrollo de frutas de calidad, sobre todo en las actuales circunstancias en las que se observan grandes variaciones en el clima a escala global, y las condiciones meteorológicas a escala más detallada. El surgimiento de una nueva citricultura como consecuencia de los daños causados por el HLB en el país, que incorpora nuevos portainjertos con tolerancia a la enfermedad, se beneficiará del valor agregado que aporten los estudios en ecofisiología en los agroecosistemas tradicionales considerando los nuevos portainjertos, para la aplicación de manejo agronómico con más impacto en la relación beneficio: costo, tanto para mitigar el impacto directo del HLB en rendimiento, como para mejorar la calidad de la cosecha.
Propagación, importancia, injertos, semillas.
La mayoría de las especies pertenecientes al género Citrus constituyen plantas cultivadas para consumo fresco o industrial, y se siembran de manera comercial, principalmente por injerto, para producir plantaciones uniformes en cuanto a época de producción, tipo de fruto, calidad y rendimiento. En la práctica, esto significa que la planta que se coloca en el campo está compuesta por dos partes; la parte inferior, que se denomina patrón o portainjerto, proviene de semilla, puede ser incluso de especies no comestibles, y da lugar al sistema radicular y la parte basal del tallo; le confiere a la planta características de resistencia o tolerancia a factores bióticos y abióticos relacionados con el suelo; mientras que la parte superior da origen a la copa, que es la parte que produce los frutos, y produce el producto comercial con atributos de calidad deseados. La parte superior de la planta se origina de una yema de la variedad que se va a sembrar, y se une al portainjerto mediante la técnica de injertación. Para aplicar esta técnica hay que sincronizar el proceso de producción de la planta del portainjerto y de producción de la yema en el momento apropiado para que el injerto sea exitoso.
Portainjertos para limero ‘Persa’ ante la presencia de Huanglongbing (HLB) en Venezuela
Rootstocks for ‘Persa’ lime trees in the presence of Huanglongbing (HLB) in Venezuela Edmundo E. Monteverde Soto eemonteverdesoto@gmail.comProfesional de Investigación, Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CENIAP) – Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Avenida Universidad, vía El Limón, Recinto Universitario. Maracay, Venezuela Ezequiel A. Rangel ArangurenProfesional de Investigación, Unidad de Protección Vegetal, Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CENIAP) – Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Avenida Universidad, vía El Limón, Gerencia General. Maracay, Venezuela Petroglifos Revista Crítica Transdisciplinar Fundación Grupo para la Investigación, Formación, y Edición Transdisciplinar, Venezuela ISSN-e: 2610-8186 Periodicidad: Semestral vol. 5, núm. 2, 2022 editor@petroglifosrevistacritica.org.ve Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Resumen: El Huanglongbing (HLB) fue detectado en Venezuela en el año 2017. Es causada por la bacteria Candidatus Liberibacter asiaticus y transmitida por el psilido asiático de los cítricos (Diaphorina citri Kuwayama), hallado en el país en 1999. La enfermedad ha causado la muerte de millones de árboles de cítricos en Asia y América, y hasta ahora no existen portainjertos ni cultivares comerciales tolerantes a la enfermedad, excepto el mandarino ‘Sugar Belle’®. Los portainjertos Volkameriano (Citrus volkameriana Pasq.), Cleopatra (Citrus reshni Hort. ex Tan.) y Citrumelo Swingle (Citrus paradisi Macf. x Poncirus trifoliata Raf.) fueron los más usados en Venezuela antes de la llegada del HLB. Existen pocos ensayos donde se haya evaluado el limero ‘Persa’ por largo tiempo sobre los nuevos portainjertos, la mayoría de los ensayos son con naranjos dulces (Citrus sinensis Osb.). Se han creado miles de nuevos portainjertos para cítricos y entre estos se destacan US-942 (mandarino ‘Sunki’ Citrus sunki Hayata x Flying Dragon P. trifoliata), US-812 (‘Sunki’ x Benecke P. trifoliata) y US-897 (Cleopatra x Flying Dragon) los cuales, son moderadamente tolerantes al HLB. Flying Dragon, considerado el único portainjerto enanizante para cítricos y sembrado a altas densidades con ‘Persa’, induce mayor producción en t.ha-1; pero su tolerancia a HLB requiere ser evaluada. En esta publicación se hace una revisión bibliográfica de como los portainjertos que se han usado en Venezuela y algunos de los nuevos portainjertos influencian a ‘Persa’ en cuanto a vigor de los árboles, productividad, calidad del fruto; y toleran factores bióticos y abióticos, así como HLB. Palabras clave: Diaphorinacitri, Candidatus Liberibacter asiaticus, Citrus latifolia Tanaka, lima, tolerancia. Abstract: Huanglongbing (HLB) was detected in Venezuela in 2017. It is caused by the bacterium Candidatus Liberibacter asiaticus and transmitted by the Asian citrus psyllid (Diaphorina citri Kuwayama), found in the country in 1999. The disease has caused the death of millions of citrus trees in Asia and America and so far there are no commercial rootstocks or cultivars tolerant to the disease, except for the ‘Sugar Belle’® mandarin. Volkameriano (Citrus volkameriana Pasq.), Cleopatra (Citrus reshni Hort. Ex Tan.) and Citrumelo Swingle (Citrus paradisi Macf. x Poncirus trifoliata Raf.) rootstocks were the most widely used in Venezuela before the arrival of HLB. There are few trials where the ‘Persian’ lime tree has been evaluated for a long time on the new rootstocks, most of the trials are with sweet orange trees (Citrus sinensis Osb.). Thousands of new citrus rootstocks have been developed and among these are US-942 (‘Sunki’ Citrus sunki Hayata x Flying Dragon P. trifoliata), US-812 (‘Sunki’ x Benecke P. trifoliata) and US-897 (Cleopatra x Flying Dragon) which are moderately tolerant to HLB. Flying Dragon, considered the only dwarfing rootstock for citrus and planted at high densities with ‘Persa’, induces higher production in t.ha-1; but its tolerance to HLB needs to be evaluated. This publication provides a literature review of how rootstocks that have been used in Venezuela and some of the new rootstocks influence ‘Persa’ in terms of tree vigor, productivity, fruit quality, and tolerance to biotic and abiotic factors, as well as HLB. Keywords: Diaphorinacitri, Candidatus Liberibacter asiaticus, Citrus latifolia Tanaka, lime, tolerance. Introducción El limero ‘Persa’ (Citrus latifolia Tan.), ‘Tahití’ o Bearss lime, es originario probablemente de las zonas tropicales del archipiélago Malayo (Agusti, 2000). En vista de que Venezuela cuenta con extensas áreas para su cultivo, en el año 1995 fue el segundo suplidor de este rubro para la Unión Europea, representando el 10,12% de sus importaciones (Tourism and Industrial Development of Trinidad and Tobago, 1997), por lo que el limero ‘Persa’ podría representar para el país una importante fuente de ingresos por la exportación de su fruta; sin embargo la presencia de Huanglongbing (HLB) ha limitado su cultivo. En 1999 se señaló la presencia en Venezuela Diaphorina citri Kuwayama, principal vector de la bacteria Candidatus Liberibacter asiaticus (Cermeli et al., 1999), que causa la enfermedad conocida como Huanglongbing o enfermedad de los retoños amarillos (ex-greening: HLB), que ha ocasionado grandes pérdidas de plantaciones citrícolas en el continente americano. Luego, en el año 2017 se comprobó mediante técnicas moleculares la presencia de este patógeno en el país y su distribución en los estados Aragua, Carabobo, Yaracuy y Portuguesa (Marys et al., 2020; Marys et al., 2021). Es importante destacar, que se han usado varios métodos para el control del vector, entre ellos el control biológico y los pesticidas; así como algunas prácticas para prolongar la vida útil de los arboles afectados por HLB como la aplicación de fertilizantes foliares y al suelo; no obstante la solución definitiva es conseguir portainjertos tolerantes o resistentes a la enfermedad (Bowman y McCollum, 2015). Ahora bien, los portainjertos usados en el país para limero ‘Persa’ antes de la llegada de la bacteria fueron limonero Volkameriano (Citrus Volkamerina Pasq.), mandarino Cleopatra (Citrus reshni Hort. Ex Tan.) y Citrumelo Swingle (Citrus paradisi Macf. x Poncirus trifoliata Raf.), los cuales son susceptibles a esta (Castle et al., 2020). Otro portainjerto introducido al país para limero ‘Persa’ y naranjos con características enanizantes, fue el Flying Dragon [Poncirus trifoliata (I. Ito) Swing. var. Monstrosa], pero tuvo poca difusión debido a la lentitud para crecer y entrar en producción. La aparición de la bacteria en zonas con una citricultura altamente desarrollada como en Florida y California, Estados Unidos, ha motivado a la creación de nuevos portainjertos buscando tolerancia o resistencia a la enfermedad. Solo la Universidad de Florida hasta el año 2020 había producido más de 13000 híbridos diploides y tetraploides, los cuales se están evaluando por su tolerancia a HLB. Esto sin considerar que el departamento de agricultura de Florida y California, así como la Universidad de California también han producido miles de híbridos buscando la tolerancia a la enfermedad y a
Cultivo “Cítricos”
Generalidades del cultivo. Origen, clasificación. Los cítricos y parientes cercanos, tienen su origen en una gran región del globo que comprende desde el este de la India, todo el Sureste de Asia, Melanesia, Polinesia e incluye Australasia. Según la clasificación más reciente, los cítricos cultivados se ubican taxonómicamente en el Orden Sapindales, dentro de la familia Rutaceae. La subfamilia Aurantioideae, que forma parte de la familia Rutaceae, comprende entre su notable diversidad, a un grupo de géneros, que son considerados en términos generales como los verdaderos cítricos, (incluidos dentro de la subtribu Citrinae). Estos son: Citrus, Fortunella, Poncirus, Clymenia, Microcitrus y Eremocitrus, así como todos sus híbridos y variedades. La principal característica común entre estos géneros es que presentan un fruto carnoso, tipo baya, más o menos esférico según la especie, con varios segmentos o lóculos (gajos), que se disponen longitudinalmente, dentro de los cuales se desarrollan las vesículas de jugo, y pueden contener o no, semillas. Este tipo de fruto es conocido como hesperidio. Estas frutas están entre los primeros cultivos en ser domesticados por la humanidad, y por esta razón, la población común reconoce de manera intuitiva a las plantas del género Citrus, especialmente los comestibles. La principal característica común entre estos géneros, es que presentan un fruto carnoso, tipo baya, más o menos esférico según la especie, con varios segmentos o lóculos (gajos), que se disponen longitudinalmente, dentro de los cuales se desarrollan las vesículas de jugo, y pueden contener o no, semillas. Este tipo de fruto es conocido como hesperidio. Estas frutas están entre los primeros cultivos en ser domesticados por la humanidad, y por esta razón, la población común reconoce de manera intuitiva a las plantas del género Citrus, especialmente los comestibles.