La prevención de la gripe aviar se basa en evitar el contacto con aves enfermas o muertas, lavarse las manos con frecuencia, cocinar bien los productos avícolas y vacunarse contra la influenza estacional, de igual manera, existen vacunas específicas para algunos subtipos del virus de la gripe aviar, es por ello que se deben tomar las siguientes medidas:
Control: Se trata de reducir la propagación del virus y eliminarlo de las zonas afectadas, para ello, se pueden aplicar medidas como el sacrificio sanitario de las aves infectadas o expuestas al virus, la incineración o enterramiento de los cadáveres, la restricción del movimiento de las aves y sus productos, la vigilancia epidemiológica activa y pasiva, el monitoreo de la fauna silvestre y el establecimiento de zonas libres de la enfermedad.
Tratamiento: Se refiere al cuidado médico de los casos humanos o animales confirmados o sospechosos de gripe aviar, el tratamiento puede incluir el uso de antivirales, que pueden reducir la gravedad y la duración de la enfermedad si se administran dentro de las primeras 48 horas después del inicio de los síntomas. También se puede requerir atención médica para aliviar los síntomas y prevenir o tratar las complicaciones, como la deshidratación, las infecciones bacterianas secundarias o el síndrome de dificultad respiratoria aguda.